lunes, 17 de septiembre de 2012

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RUMBO AL 5to PUNTO DEL RECORRIDO
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"CONFIDENCIAS MUY ÍNTIMAS"
de Patrice Leconte
primera parte
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Faber es un contador que vive en el mismo sitio donde tiene su estudio contable. No hace mucho que se ha divorciado. Por algunos encuentros que tiene con su ex mujer podemos entrever que este hombre todavía no ha terminado de separarse, aunque ella ya esté con otro hombre.
Cierto día, una mujer llama a la puerta del estudio de Faber.
Esa mujer, Anna, ha decidido hace unos días consultar a un psicoanalista. Para ello buscó en la guía de París a algún profesional que se encontrara bastante lejos de donde ella vive. Así fue que llegó hasta el dr Monier, un analista al que ella jamás ha visto. El punto es que, a pesar de lo que le indica la portera del edificio, llega al piso correcto pero al llamar se equivoca de puerta.
Así las cosas, el contador Faber la recibe, tomándola por una nueva cliente. Anna, a su vez, lo toma por el dr Monier, psicoanalista vecino de piso.
La primer entrevista es muy breve, Anna apenas si puede balbucear que está mal con su esposo y decide cortar allí ese encuentro pidiendo un segundo turno. Ella se va convencida de haber tenido su primer entrevista con Monier.
Asímismo, Faber, que sí se dio cuenta de la confusión a a poco de iniciarse el encuentro, no ha podido decirle que él no es aquél por quien ella lo toma. No es que él no lo haya intentado pero... algo, que no termina de explicarse por la prisa de ella por irse, ha hecho que él no le dejara claro que él no es un psicoanalista. Así las cosas, llegan a una segunda entrevista...



Poco después de este encuentro Anna descubrirá que Faber no sólo no es doctor sino que tampoco es psicoanalista, a pesar de ese diván que está allí en el estudio y que él usa para descansar. Sin embargo, luego de un enojo inicial, Anna decide continuar los encuentros con el contador, ha encontrado en él alguien que la sabe escuchar.
Hasta que un día Faber recibe otra visita...

Faber nada dice de esta visita a Anna. Continúan esos encuentros donde ella le habla de su malestar y de su vida. Faber sigue estrictamente escuchándola. Cada tanto le dice a Anna lo que él piensa de sus relatos. Nadie habla allí de que en eso haya un psicoanálisis. Los dos esperan ansiosos esos encuentros. Sucede entonces que...


Poco después de esta segunda visita de Marc, Faber está en su casa/estudio, mirando televisión, tarde en la noche...



Luego sabremos de quién ha sido esta llamada: de Marc.
Y el motivo: Marc ha esperado a Anna a la salida de una de sus conversaciones con Faber para darle una romántica sorpresa. Le ha regalado flores, la ha llevado a cenar en un restaurante cercano y luego la invitó a un hotel.
Allí, luego de mucho tiempo, Marc le ha vuelto a hacer el amor a su mujer. Ella está feliz.
Lo que no sabe es que mientras tanto Marc ha llamado a Faber para que se asome a la ventana. Es que la habitación del hotel que Marc ha elegido es aquella en donde estaba la mujer desnuda que él viera desde la ventana del estudio de Faber en su primera visita al contador. Marc se ha asegurado que el otro lo esté mirando mientras se acuesta con su esposa.
Anna sólo se enterará de todo esto cuando Faber se lo enrrostre, enfurecido, en el siguiente encuentro entre ambos. Tiempo después Anna decidirá separarse de su esposo y terminar las entrevistas con Faber. Para entonces ya se sentirá aliviada y con energías para emprender una "nueva vida".
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Rumbo al 5to punto del recorrido
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"CONFIDENCIAS MUY ÍNTIMAS"
de Patrice Leconte
2da parte

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DOS ESCENAS PARA UBICAR EL ESQUEMA LAMBDA
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No hemos tomado en este recorte de "Confidencias muy íntimas" la rica secuencia de conversaciones entre Faber y Anna. Pero sí tomaremos aquí uno de esos encuentros, para compararla luego con otra entrevista.

Aquí entonces, una de esas conversaciones. En este caso Anna por un rato juega a intercambiar roles con su oyente Faber. Pero donde, por sobre todo, en un momento sucede lo que suele creerse que debería suceder en un análisis: descubrir en qué el paciente repite la historia de sus padres




En esta otra escena, nos encontramos a Faber yendo a ver, por segunda vez desde que recibe a Anna, a su vecino, el psicoanalista dr Monier.
Éste ya sabe del "error de puerta" y de cómo de allí surgieron los encuentros entre el contador y la que iba a ser posiblemente su paciente. Ya en ocasión de la primera visita de Faber, al terminar la conversación el dr Monier le cobró la consulta que Faber nunca planteó como tal.
En esta segunda ocasión Faber ha pensado: "voy a ver a mi vecino para preguntarle si está bien lo que estoy haciendo"... Y Monier lo vuelve a recibir...


En esta ocasión no hay consigna respecto de estas escenas, sí una mención: la secuencia del triángulo Marc-Anna-Faber, en sus resonancias con "7 años", nos permitirá decir algunas cosas sobre la idea hegeliano del deseo como deseo del otro.
Mientras tanto, estas últimas dos escenas, puestas en contrapunto, nos permitirán ubicar el esquema Lambda que Lacan presentara en su clase del 25 de mayo de 1955 con estas palabras (el subrayado no está en el original):
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“…el yo es una construcción imaginaria.
Nada le quita al pobre yo el hecho de que sea imaginario: diría inclusive que esto es lo que tiene de bueno. Si no fuera imaginario no seríamos hombres, seríamos lunas.
Lo cual no significa que basta con que tengamos ese yo imaginario para ser hombres. También podemos ser esa cosa intermedia llamada loco.
Un loco es precisamente aquel que se adhiere a ese imaginario, pura y simplemente”
.(… )“Hoy quisiera proponerles un pequeño esquema que ilustrará los problemas suscitados por el yo y el otro, el lenguaje y la palabra.
Este esquema no sería un esquema si presentara una solución. Ni siquiera es un modelo. Es sólo una manera de fijar las ideas, que una imperfección de nuestro espíritu discursivo reclama



PARA VER LA PELÍCULA COMPLETA, INGRESAR A:


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miércoles, 9 de mayo de 2012

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RUMBO AL 6TO PUNTO DEL RECORRIDO

"LA PRUEBA"
de Jocelyn Moorhouse

1ra parte




Martin es ciego. Vive solo con su perro y la asistencia temporaria de Celia, su ama de llaves. Ella es quien se ocupa de cuestiones cotidianas. Hay entre ellos una tensión que se respira en cada escena de la película. Celia está enamorada de él, pero Martin responde cada vez con la persistencia de un trato frío, distante. Ella se toma sus pequeñas revanchas bajo la forma de "maldades" casi de infancia (le esconde cosas, otras veces las pone en su camino para hacerlo tropezar, le retiene, escondida, a su perro lazarillo cuando Martin sale a pasear con él por el parque...).

Martin y Celia acaban de tener otro de sus encontronazos. Ella se ha ido (ha terminado su día de trabajo). Martin está solo en su casa. Sentado en su sillón, se recuerda de niño con su madre...








Un día Martin conoce al cocinero del restaurante donde suele ir a comer, Andy. Un gato accidentado los ha reunido en una sala de veterinaria. A poco de andar se vuelven amigos. Es entonces que Andy se lleva una sorpresa: Martin, a pesar de su ceguera, saca fotos con una cámara que le regalara su madre, ya muerta. Su amigo no puede evitar el comentario: "qué regalo tan cruel". Martin lo corrige: "no; yo quería esa cámara, es un modo de ver"...






En ese instante Martin tiene otro recuerdo infantil con su madre muerta...






Entre los dos amigos se instala la costumbre de la descripción de fotos. Es a través de una de ellas que Andy conoce a Celia. La imagen del cuerpo de esa mujer lo atrae de inmediato. Comienza a querer saber sobre ella. Martin le cuenta cuánto la detesta. Andy pregunta por qué la sigue contratando. Su amigo es tajante: "porque ella me desea; mientras yo siga negándole lo que espera, nunca podrá tenerme lástima; en cambio, yo a ella sí".

Ahora es turno de otra foto:







Mientras tanto Celia conoce a Andy... también a través de las fotos de Martin...




Continuará con una última escena y las consignas...

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RUMBO AL 6TO PUNTO DEL RECORRIDO

"LA PRUEBA"
de Jocelyn Moorhouse


2da parte

Una última escena. Otro recuerdo infantil de Martin: su madre le ha anunciado que estaba por morir. Él le responde: "me estás mintiendo, no te vas a morir, te vas a ir y abandonarme". Finalmente Martin frente al féretro de su mamá...



ALGUNAS COSAS A IR PENSANDO
PARA QUE LAS ARTICULEMOS
CON "El estadio del espejo..."
EN NUESTRO PRÓXIMO ENCUENTRO:


1)
Sobre la escena en la que Martin se recuerda de niño, tocando con los dedos a la madre dormida: ¿qué pensás de lo que le dice la madre cuando se despierta?
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2) En relación a lo que Martin le dice a Andy sobre Celia y el sentimiento de lástima. ¿Qué relación proposicional te parece que plantea allí? (entendiendo por relación proposicional esto: "a implica b")

3) Ubicá por favor la escena donde Andy le describe a Martin las fotos. ¿Cómo la vincularías con lo que vinimos trabajando respecto del conocimiento?. ¿Qué pensás del modo de conocer de Andy en comparación con el de Martin?
4) Algo sobre estas dos escenas, "a" y "b":

a) Martin diciéndole a la madre que le miente y ella preguntándole: "¿por qué haría una cosa así?" y él respondiendo "porque puedes hacerlo".
¿Qué te parece que quiere decir con ese "puedes hacerlo"?
b) Martin se recuerda de niño golpeando el féretro de la madre y diciendo "está vacío".
¿Qué pensás de esta escena "b" en relación a la escena "a"?

5) ¿Qué relación te parece que plantea Martin entre la verdad en boca de los otros y su ceguera?



jueves, 12 de enero de 2012

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RUMBO AL 9no PUNTO DEL RECORRIDO

"¿QUÉ HORA ES?"
de Ettore Scola

1ra parte


El abogado Ridolfi va a visitar a su hijo a Civitavecchia, donde está haciendo el servicio militar. Es su día de franco y es una buena ocasión para encontrarse con su muchacho. Al fin y al cabo se ven menos de lo que él quisiera. A los minutos de estar juntos el padre le cuenta a Michele que le ha comprado un auto, una bruta máquina que tantos estarían felices de tener, pero no el muchacho a quien no le interesan los autos.

Pero hay más: papá tiene una sorpresa para él: le va a comprar un ático, en una de las zonas más bellas de Roma. "Podrás allí atender a tus clientes; en cuanto regreses del servicio militar le pego un llamado al escribano y firmás". "¿Pero qué clientes, papá?, ¡soy licenciado en letras!". Bueno, Michele, podrás escribir, podrás... El entusiasmo del doctor Ridolfi no encuentra eco en el hijo, pero está tan deseoso de darle a su hijo, y el día juntos recién comienza. Van a tomar un café...




Transcurre la mañana vagando por Civitavecchia y en eso los intentos paternos por sintonizar el deseo de su hijo. Encontrar su frecuencia para asertar con los bienes que motoricen su anhelo. Son tan distintos: uno verborrágico, el otro reservado. Uno con el apetito de las ciudades y lo que se llama el progreso, el otro con la calma pueblerina y un semblante dubitativo que sostiene la certeza: "soy inconstante". Se ha hecho la hora de almorzar...



Pasan las horas y estos dos tipos tan diversos juegan juegos literarios, hablan de Petrarca y del Dante. El hijo se sorprende de cuánto sabe de eso su padre. Entonces se entusiasma con otro juego...



Aún en la diferencia, han encontrado un código en común y las horas pasan gratas. Hasta han terminado comprándose el mismo modelo de zapato. Sobre lo "chic" del vestir está hablando el incansable papá cuando...



Algo empieza a tensarse en el aire del día. El padre siente que entre él y su hijo se pasea un abismo que ninguna literatura podrá desvanecer. Intuye en cada signo que el hijo preferiría estar con otros y no con él en esas horas que se alargan. Descubre en eso que Michele tiene una novia, insiste en conocerla. Uno puede suponer que encuentra en ello otro rasgo en común: a pesar de lo que podía suponer Michele tiene éxito con las mujeres. La marea lo acerca y enseguida lo aleja de la orilla de su propia sangre. Como sea, el día avanza: quedan un par de horas para que su tren parta hacia Roma y el mundo...

continuará

miércoles, 11 de enero de 2012

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RUMBO AL 9no PUNTO DEL RECORRIDO

"¿QUÉ HORA ES?"
de Ettore Scola

2da parte


Termina el día y el papá de Michele insiste en ir a conocer el bar donde él suele ir. En medio del barullo de los pescadores y sus partidas de naipes, don Pietro, el tabernero lo recibe con alegría: "¡abogado, no sabe el placer que tengo de conocerle!; le insistí a Michele en que lo trajera esta noche pero me dijo que no podía"...




El abogado Ridolfi se excusa, ya es hora de partir. El hijo lo quiere acompañar, él le dice que no, que se quede con sus amigos. Se va, camino a la estación. Michele lo sigue...




ÚNICA CONSIGNA


¿Oíste hablar de cierta idea, muy divulgada en el mundo psi: "somos hablados por el Otro"?
(frase que guarda este significado:
"estamos marcados por las interpretaciones y los deseos de ciertos Otros que son fundamentales en nuestra vida;
vivimos al calor de las marcas que nos dejan"

el mismo que resuena en los versos de Serrat sobre los hijos:
"cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
nuestros temores y nuestro porvenir" ).


Te propongo ubicar en las cosas que va diciendo Michele
(el hijo),
signos que ejemplifiquen la idea de que "somos hablados por el Otro".

Luego, en nuestro encuentro trataremos
de precisar
por qué cuando Lacan habla de significante
está diciendo lo opuesto a ese "somos hablados por el Otro".